Esta lista, obvio, es totalmente subjetiva. No está ordenada: las razones más arriba en la lista son las que me parecen más importantes aunque no es orden jerárquico propiamente dicho. Haber elegido 10 razones ha sido arbitrario, me parece un número bastante redondo en este mundo digital en el que vivimos.

Espero vuestros comentarios para ampliarla o debatirla:

  1. El sistema social, igualitario y solidario, con prestaciones bastante impresionantes. Hospitales, bibliotecas, escuelas, universidad gratuita, becas, ayudas y subvenciones y un largo etcétera. Tiene un precio, una de las mayores presiones fiscales del mundo, pero como he podido comprobar tiene muchas más luces que sombras.
  2. El nivel de vida. Digo nivel y no calidad porque el clima y el caracter introvertido de los daneses hace mucho. Con el salario uno de los más altos de Europa, los daneses a veces dan la impresión de que les sobra el dinero. Conversaciones normales, he oído, del tipo: «Sí, prefiero comprar esto antes que aquello, porque es ecológico/hecho en …./de diseño antes que la oferta del Aldi/Lidl, merece más la pena la calidad que el precio», «No yo no compro eso porque es demasiado barato y si es barato es de poca calidad», «Si esto deberíamos cambiarlo porque aunque este en perfectas condiciones es un modelo viejo». Que le argumenten eso a la ama de casa española media. Aunque al final no es tan fiero el león como lo pintan y mucha gente compra dónde yo, es decir en el sitio más barato que encuentro. De todas formas el nivel de vida se siente y mira que apenas se nota porque los coches y los articulos de lujo estan gravados con impuestos muy altos.
  3. Oportunidades de trabajo. Paro casi nulo y un montón de trabajo. Y como dije en el punto anterior, salarios bastante altos, ¿quién da más? ¡Hagan juego señores!
  4. El inglés. Es una suerte que todo el mundo hable inglés, porque el idioma danés es complicadísimo. Desde el conductor de autobús hasta la mujer de la limpieza, pasando por cualquier empleado del banco o de la administración y llegando hasta las vendedoras de una mercería -verídico. La única vez que eché en falta el inglés fue, paradójicamente, en una oficina de empleo que además aparecia en internet como oficina con despacho especial para extranjeros…
  5. La bicicleta. Una maravilla, no sé como será en Holanda, pero aquí moverse en bicileta funciona estupendamente. Muchas veces me pregunto si el pais fue diseñado para el uso de la bici o si a posteriori lo han ido adaptando a ella. Carriles bici en la ciudad y entre los pueblos, iluminados, señalizados y con semáforos particulares, parking para bici para intercambiar con otros transportes públicos, recambios de bici en casi cualquier tienda y lo más importante un respeto brutal por parte de los demás vehículos. Cuando vuelva a España intentaré meter la bici en la maleta. Aquí todo el mundo usa la bici y eso se nota en el tráfico de las ciudades y en el ruido, sobre todo por las noches. Hay madres con sillines especiales portabebe o carritos remolque para niños y cuando crecen un poco los enseñan a montar en bici  como quien aprende a andar. Hasta las personas mayores circulan en bicicleta -es gracioso cuando me adelantan 😀 -. Toda una cultura ciclista.
  6. El carácter danés. Aunque es frío, reservado e introvertido, que facilita las relaciones sociales bien poco, es bastante partidario del vive y deja vivir y haz lo que te venga en ganas. Además si consigues acercate a ellos, todo cambia y son bastante sociables. Recuerdo lo que me decia mi abuela -danesa- antes de partir: «¿Tú que vas a hacer allí, con esa gente? Si los daneses son muy raros…» Todo es hacerse el cuerpo.
  7. La pausa para el café. Aunque el café, para mi gusto es un asco, tipo infusión de café más que otra cosa, lo importante son las pausas para beberlo. En cualquier puesto de trabajo si no hay cafetera, los trabajadores lo llevan en su propio termo. Y bueno, la pausa es todo un rito social y a ser posible acompañado de pastel, y se repite muchas, muchas veces a lo largo del día. Para que luego digan de los españoles y que somos unos vagos…
  8. La gastronomía. El recetario danés no es ni rico ni variado ni abundante, pero tiene algunas obras maestras, como las frikadelle o el Ris a l´Amande , y la repostería en general que es de sobresaliente. Hay muchos más pasteles a parte de las galletas danesas. Y en bebidas, las cervezas denesas Carlsberg y Tubør son famosas en el mundo entero y aquí las puedes comprar a precio de cerveza nacional en lugar de importación, toda una ventaja.
  9. La Navidad. En la mayoría de los países de habla hispana tenemos una Navidad entrañable y especial. Pero la Navidad danesa es diferente y es toda una experiencia. Es una explosión de luces, adornos, compras y consumismo como en cualquier país occidental, pero a la vez tiene una extraña serenidad.  Por otra parte además de los iconos universales, aquí tiene un montón de señas de identidad propia como los julehjert, el Julemad, los Nielssen, banderas danesas, la cerveza especial de Navidad, los julefrokost … Hay que vivirla.
  10. El diseño danés o escandinavo. Qué le vamso a hacer; sencillamente me gusta; sobre todo en muebles y cosas utilizables. La arquitectura también está bien y tiene mucho prestigio internacional.

Y añado una razón extra: HYGGELIG. Esta relacionada con muchas de las anteriores y tiene una dificil traducción. Así que hablo un poco más en otro post.

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