En etas fechas, voy a hablar de la tradición del Fastelavn, el carnaval a lo danés. 

Fastelavn es equivalente a la fiesta de Carnaval que se celebra por ejemplo en los países del sur de Europa. «Carnevale» viene del italiano y significa «quitar/remover la carne» (Carne=carne, levare=quitar/remover), y en Dinamarca la comida de la cuaresma consistía en pan de centeno, pescado y verduras. Antes de que empezara la cuaresma (el lunes y el martes de Fastelavn antes del miércoles de ceniza), los que se lo podían permitir hacían una comida especial: pan de trigo, bollitos, carne y otras cosas grasas o dulces. Después de la Reforma se suprimió la cuaresma, pero se mantuvo la fiesta de Fastelavn, concentrada en un sólo día.

Las fechas del Carnaval cambian de un año para otro porque, en recuerdo de la época católica, siempre debe comenzar cuarenta días de ayuno antes de Semana Santa. Por eso el domingo de Carnaval puede celebrarse como muy pronto el 1 de febrero y a más tardar el 7 de marzo.
La fiesta de Fastelavn también tiene raíces en tradiciones paganas. Es una fiesta que se celebra para despedir la oscuridad, el invierno y el mal, y para dar la bienvenida al sol, a la primavera y a la fertilidad. Una costumbre era la de azotar suavemente a las chicas con ramillos frescos para ayudarles a ser más fértiles. Hoy en día, los niños despiertan a sus padres en Fastelavn, azotándoles con su «Fastelavnsris», unos ramillos decorados con papeles de color, con chucherías y, lo que no debe faltar nunca, un gato negro de papel.

El gato negro era el símbolo del invierno, de la oscuridad y del mal. Hasta finales del siglo XVIII, se metía un gato vivo en una piñata, a la que luego se le daban golpes hasta que se rompiera y el gato saliera corriendo, quedando así expulsados la oscuridad y el mal.
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Hoy en día se sigue la tradición de la piñata en las fiestas infantiles de Fastelavn, aunque se ha sustituido el gato por chucherías para los niños.. La piñata consiste en un tonel de madera relleno de dulces y golosinas y que los propios niños decoran con motivos de gato. Se cuelga la piñata del techo, y por turno los niños la golpean. Al que la rompa, se le nombra «Rey de los Gatos».

El Carnaval es la fiesta de los niños; se disfrazan –generalmente el domingo de Carnaval– y recorren las calles con sus huchas tratando de llenarlas de dinero. El dinero lo consiguen cuando llaman a una puerta y dedican a quien les abre una cancioncilla en la que reclaman bollos a cambio de no «armar jaleo»:

«Boller op, boller ned, boller i min mave,
hvis jeg ingen boller får, så laver jeg ballade.»

(Bollos por aquí, bollos por allá, bollos en mi panza
si no me dan bollos voy a armar jaleo.)

Los bollos son vestigio de una época en que la comida suponía un capital simbólico, porque muchos, por un lado, rozaban la frontera del hambre y, por otro, rara vez comían pan de buena calidad. Hoy la cantidad de alimento ya no es lo que hace diferente a una fiesta de un día cualquiera, por lo que los bollos han quedado reemplazados por dinero. Sin embargo, los bollos de Carnaval, que se venden en las pastelerías durante las semanas anteriores y posteriores al Carnaval, continúan siendo un manjar muy popular entre niños y mayores. Aquí un link a diferentes recetas de Fastelavnsboller en danés
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Fotografía de Tomasz G. Sienicki bajo  Creative Commons Attribution 2.5

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